Disco Ligth ubicado en una calle de Pantoja |
El ambiente de Pantoja
vive en frecuente alteración, fruto de la contaminación acústica o sonora, y
otra igual de perjudicial y molesta: la contaminación por desechos; fruto del
ruido permanente y basura por doquier, en cualquier calle, avenida, acera o
esquina los munícipes crean vertederos improvisados, los correctivos son
débiles, pues el mal persiste.
Estos males afectan a las
personas que viven en el Distrito Municipal de Pantoja en Santo Domingo Oeste.
La contaminación sonora y por basura está presente en cada localidad.
Basura en la calle |
Está contaminación aparte
de enfermarnos, vulnera derechos fundamentales como la paz. Y es que incluso
desde nuestras camas podemos escuchar el músico del vecino, el señor que
parqueo su automóvil y necesita demostrar que su radio tiene volumen de gran
alcance; las bocinas de los hermanos cristianos, sobre todo muy tarde en la
noche o muy temprano en las mañanas. Y estas por lo dramático del
discurso, son más molestas que las clásicas de los vendedores de plátano, pan,
helados, cosas viejas, entre otros.
“Este barrio es un
desorden, el ruido no es exclusivo de ningún sector o provincia, pero creo que aquí
sobrepasamos los limites, la bulla y la basura son el pan de cada día”, afirma
Carmen Santana, residente en el lugar.
Basura |
Por otro lado, afirma que “también
afecta la alta contaminación a la que nos exponemos cuando vamos como pasajeros
de algún autobús, urbano o interurbano. El chofer lleva su música a mil, si
tiene algún cobrador, este usa un lenguaje para referirse a los viajeros, que
para no ofendernos como buenos dominicanos y dominicanas, lo hemos acuñado como
parte del folklore, pero no usted y yo sabemos que es maltrato y falta de
respeto”.
Pedro
Santiago, quien lleva más de 20 años residiendo en este sector, afirma que: “en
cada esquina por donde uno se mueve existe un vertedero improvisado de basura y
cada casa tiene una especie de “Disco Ligth” especial, nadie respeta la ley ni
el derecho de los demás, la basura y el ruido son nuestro pan de cada día”.
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